He tenido la suerte de cruzarme con personas especiales, le agradezco a la vida por eso.
“La Universidad de las Artes me define como persona, como artista, y me regala un piquete de amigos para siempre. Me siento dichoso de los maestros y profesores que he tenido y el ISA no fue la excepción, gracias a ellos mi libertad de pensamiento y mi desarrollo como actor.
“Mis estudios en la Universidad me obligaron a permanecer mucho más tiempo en la capital, siempre buscaba un acercamiento al teatro, de ahí mis colaboraciones con grupos como Teatro Pálpito con el cual conocí muchas ciudades cubanas y Teatro El Público, en el cual me evalué, ya que ambos directores están muy cercanos en la formación de actores.
Encarne varios personajes en el programa juvenil Otaku Sempai,
“No hay nada mejor para un actor que encontrarse a un director que te hable, te escuche y te deje crear.
De cada proyecto uno se lleva algo, casi siempre lo positivo. Al empezar jamás pensé que me divertiría tanto y a la vez aprendería. Somos un pequeño, pero entusiasta colectivo. Cada uno tiene lo suyo, pero el engranaje es bueno y eso se agradece.
Los nuevos medios avanzan rápido y la televisión debe tener eso en cuenta. Manteniendo la fe, estoy seguro de que después de la pandemia llegarán hermosos papeles a mis manos: siempre estoy listo para un nuevo proyecto”.